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Acope en la prisión de Albacete

Comienza de nuevo nuestro año, porque en Albacete, todo empieza tras La Feria. Como cada tercer jueves del mes el equipo hace un hueco en su apretada agenda para organizar las entradas a prisión y los talleres a impartir. Hoy es un día especial. Nos ha dado por hacer balance, y qué necesario era.

A veces algo tan sencillo como el juego es lo que necesitamos para envolvernos de otros sentimientos y actitudes. Durante toda la primavera de 2018 las presas de compartieron con algunos de los voluntarios horas de parchís, domino, cartas… juegos que parecían no tener otro sentido que pasar entretenida la tarde, pero que supieron a mucho cuando comenzó el verano. No se trataba sólo de sacar un 5 para salir liberada, también sintieron algo parecido Sonia, María José o la bautizada María (vietnamita y con nombre ilegible para algunas). Fueron capaces de hablar de angustias, de castigos personales que se imponían tras cada llamada de teléfono, de horas en celdas acompañadas, pero nunca tan solas, de valor al imaginar a su familia fuera esperándolas, de periodo de transición para volver, pronto, a la vida en libertad. El juego, las relajó, para ir construyendo su historia, y ser conscientes que no era tan diferente a la de sus iguales, también a las de miles de mujeres libres. El Taller, que bien podríamos bautizarlo como “Juegos para hablar”, creó un vínculo difícil de borrar ahora.

Y ante lo desconocido rechazo, siempre. Pero Lorena insiste y las invita entre bromas a que se sienten en el suelo, que sólo es un momento, y que no pasa nada, que esto está muy de moda y que al menos conseguirán que se les escapen algunas risas. “Mindfulness”, fue el taller con que comenzó el mes de abril, y con el que las presas también fueron conscientes de su interior, hacía mucho tiempo no se habían escuchado. Inspiraron calma para expirar rechazo, inhalaron concienciación para exhalar angustia; fueron capaces de conseguir el final de todo aquello para lo que la voluntaria las guiaba. Durante las tardes de aquellos jueves, todo se posicionaba en un tercer plano para que solo fuera la respiración lo que ocupara sus mentes, casi siempre dispersas y llenas de sombras.

Llega el otoño a la carretera de Ayora, también llega ACOPE dispuesta a continuar compartiendo y aprendiendo  de cada una de ellas.